El homenaje de Josep Pedrerol a su amigo Michael Robinson: las anécdotas de las cenas con Lendoiro

Josep Pedrerol recordando a Michael Robinson en 'El chiringuito de jugones' (YouTube/El Chiringuito de Jugones)Josep Pedrerol recordando a Michael Robinson en 'El chiringuito de jugones' (YouTube/El Chiringuito de Jugones)
Josep Pedrerol recordando a Michael Robinson en ‘El chiringuito de jugones’ (YouTube/El Chiringuito de Jugones)

Las carreras profesionales en los medios de comunicación de Josep Pedrerol y Michael Robinson no se pueden contar sin la influencia del uno en el otro durante tantos años, concretamente trabajando en Canal+, tanto retransmitiendo partidos juntos como haciendo ‘El día después’, programa icónico de la cadena.

Es por eso que Pedrerol ha querido honrar la memoria de su amigo de la mejor manera, contando anécdotas que vivieron juntos en el tiempo que les tocó cubrir infinidad de partidos de la liga española, viajando de un lado a otro. En ellas tiene un gran peso el presidente del Deportivo de La Coruña por aquel entonces, Augusto César Lendoiro, un símbolo del deportivismo y creador del ‘Súper Dépor’, ganador de la única Liga en la historia del club (temporada 1.999/2.000).

El director de ‘El Chiringuito’ desvela la afinidad que existía entre Robinson y Lendoiro. Siempre que Canal+ retransmitía un partido del Dépor como local, el máximo mandatario invitaba a todo el equipo de la cadena a cenar después del mismo. Experiencias inolvidables, como bien revela Pedrerol a raíz de una emotiva carta que ha escrito el propio Lendoiro al conocer la muerte de su amigo inglés.

“Se nos ha ido Michael Robinson y con él el privilegio al que nos acostumbró Canal+ y ahora Movistar de escuchar a ese inglés-español, a medias en su sentimiento y en su dicción, que nos encandiló tantos años, hasta ganarnos a todos, con Carlos Martinez, Josep Pedrerol, en el palco (después Mónica Marchante), Ramos Marcos, Ricardo, a pie de campo, Maldini… su otra familia, la radiofónica, hoy casi tan apenada como su familia directa.

Lo conocí en el Pub Finita. Creo recordar que estaba, con Josep Pedrerol, Ramos Marcos y un cámara, tomando una copa cuando llegué yo. Estaban esperándome porque sabían que los sábados acostumbraba a pasar por allí. Les habían contado que en el propietario del pub, Ducho, “El canalla”, un fenómeno de la hostelería, tenía una enorme foto de “San Antonio“ con mi cabeza y con esta frase : “San Lendoiro, lo que dice va a misa” y querían tomar unas imágenes mías con esa simpática foto para “El día después”, en los albores del Súper Depor. Y lo hicieron. Terminamos Robinson, yo, y todos los demás, de copas por el Orzán hasta que el sol nos aconsejó la retirada. Allí se fraguó nuestra amistad que se mantuvo intacta siempre. Me enganchó para siempre.

Nuestra última reunión fue con motivo de ese extraordinario ‘Informe Robinson’ que hizo sobre el Súper Depor. Fue una comida en ‘Tira do Playa’, en el reservado de siempre, contemplando desde Riazor la Torre de Hércules. La enriquecedora conversación se extendió, como era habitual en nuestras cenas, por espacio de cuatro o cinco horas. Desfilaron todos los especiales momentos que habíamos vivido juntos, y disfrutamos como si fueran los últimos, como por desgracia así ha sido.

Al hacerle llegar a su mujer y a su hijo mi pesar por la enorme desgracia de perder a un esposo y a un padre irrepetible, quiero también transmitirles el cariño de infinidad de personas. Hoy Mónica Marchante me decía que “todos hemos quedado huérfanos”. Y es verdad, porque, como diría Alberto Cortez, “cuando un amigo se va deja un espacio vacío que no lo puede llenar la llegada de otro amigo”. Robinson, era un tipo legal, único, y por eso toda España le llora, porque toda España le quería. Descansa en Paz, amigo Michael Robinson. El de la sonrisa eterna”.

Esas han sido las últimas palabras del expresidente del Deportivo de La Coruña a Michael Robinson. Estas han sido el empujón para que Pedrerol contase su problema con los percebes y el miedo a salpicar a Lendoiro en una de esas cenas de conversaciones interminables.

Sobre cómo llegó a trabajar a Canal+, intentando vender a Alfredo Relaño los derechos de un combate de boxeo, Pedrerol se hace eco del talento que se le vio desde el primero momento. Guarda especial cariño a la sección de ‘Lo que el ojo no ve’, que se hizo famosa y el momento más esperado de ‘El día después’. Así resume los ocho años que estuvieron juntos en aquel programa y lo mal que lo pasó Robinson cuando se lo quitaron, “no llegó a superarlo nunca”. Sentía que le habían quitado a su niño.

Ha sido un programa muy especial para Josep Pedrerol. Quizás, el más especial. Comenta que de Michael Robinson se queda con sus charlas. Lo cierto es que nadie que se haya cruzado en el camino del exjugador del Liverpool ha podido evitar quedar encandilado por su sonrisa y todas las reacciones de cariño de aquellos que coincidieron con él, aunque sea tan sólo un rato, evidencian su calidad humana.

Su amigo, desde su ‘chiringuito’, despidió el programa de la mejor de las maneras, con un adiós a una de sus personas favoritas.

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