La cuarentena le está cundiendo bastante a varios personajes del mundo del deporte. Sí Iker Casillas se ha destacado como un gran comunicador a través de Instagram, o Rafa Nadal y Pau Gasol han sido capaces de juntar a gran parte del periodismo deportivo español para ayudar a recaudar fondos para la Cruz Roja, otros, como Fabio Cannavaro, no han desaprovechado la oportunidad de buscar trabajo.
El campeón del mundo italiano se está mostrando de lo más disponible, desde su confinamiento en China, con medios de todo tipo. Ha compartido directos con el propio Casillas, pero también ha dado entrevistas a CNN en Español, a medios transalpinos y, finalmente, al portal Madridista Real, donde declaro algo que venía insinuando desde hace tiempo.
Cannavaro aseguró en una entrevista con este medio digital que él arrancó su carrera como entrenador para llegar a lo más alto y que su meta es por supuesto llegar a entrenar al Real Madrid.
Para el italiano, la aspiración más alta debe ser esa: el conjunto merengue, la selección italiana, o alguno de los clubes punteros de Europa. A su favor, por su puesto, tiene su extensa y gloriosa carrera como futbolista profesional, que le llevó a pasar la gran parte de sus años en activo en clubes como el Parma, el Inter, la Juventus y el Real Madrid.
Además, su rol de capitán de la selección italiana campeona del mundo en 2006 le convirtió por derecho propio en leyenda en su tierra, por lo que fácilmente podrá alcanzar las metas que se proponga como entrenador.
Lo que ya no esconde, a pesar de tener contrato en vigor con el Guangzhou Evergrande, es que su punto de mira está puesto inevitablemente en el club de Concha Espina.
Cannavaro fue jugador madridista desde 2006, año en el que recibió además el Balón de Oro, hasta el 2009. En tres años ganó dos ligas y una Super Copa española, dejando un gran recuerdo entre la afición blanca a pesar de haber llegado ya pasados sus mejores años al club merengue. Sin embargo, al italiano su paso por Madrid le dejó marcado y desde que terminó su contrato y regresó a la Juventus no ha cejado en su empeño de recordarle a todos lo feliz que fue en el club blanco.
Por eso hace unos días también le insinuó a su amigo Casillas que el escenario perfecto después de la pandemia sería uno en el que el exportero acabara convertido en campeón de Europa mientras que él agarraba los mandos del Real Madrid.
La declaración de intenciones no pudo ser más directa, por lo tanto. Ya el año pasado, cuando se presentía la rescisión de Santiago Solari y se presumía que Zinedine Zidane no volvería hasta el arranque de la temporada 2019-2020, Cannavaro no tuvo tampoco reparo alguno en postularse al cargo, incluso de manera interina.
Su carrera como entrenador todavía no parece abocarle al banquillo merengue en el corto plazo. Su experiencia se circunscribe al fútbol Chino y Saudí, por lo que difícilmente se le puedan dar las riendas del Real Madrid sin que antes se pruebe en algún club de mayor nivel. Además, la sucesión en el club apunta claramente a Raúl González Blanco, una vez Zidane acabe su andadura en el banquillo del primer equipo.
Por lo tanto Cannavaro deberá esperar su turno, pero por él y su deseo no va a ser. El italiano sabe hacerse querer y no pierde la oportunidad para gritar a los cuatro vientos que quiere ser entrenador del Real Madrid.