A los 59 años Sue Reynolds sufría obesidad mórbida y tenía graves problemas de salud, pero entonces decidió dar un giro radical a su vida y empezar a seguir una dieta saludable y a hacer ejercicio. Comenzó a pasear, después a correr, probó con la natación y, cuando aún tenía sobrepeso, debutó en el triatlón. En su primera prueba quedó la última, pero después llegó a presentar a Estados Unidos en el Mundial de la ITU de su categoría. Ahora, a los 67 y con 90 kilos menos (llegó a pesar 152) se ha convertido en una estrella de este deporte y en una inspiración para muchas personas.